martes, 7 de junio de 2011

carta a Laura, una muerte joven más que perdimos en el camino


SIN LAURA…………si veintitantos años y cuatro huerfanitos no es nada en el cambalache de la salud de un pueblo.

Hoy fue el día, lo mismo da, si se me hacía difícil imaginar cuánta fuerza y voluntad dentro de ese menudo cuerpo que ya ni caminar quería. Pero el HPV pudo más que hacer el amor, a pesar de las siestas de invierno, el televisor apagado con control remoto o el tejido en las faldas del olvido !!
Porque me quedé con ganas de llevarte ese gigante ramo de flores, que hoy, deberá por siempre, alegrar tu tumba.
Porque ni siquiera llegó a tiempo ese enorme perro de peluche que, por esas cosas de la vida, quedó a mitad camino entre el día y la noche, entre la vida y la muerte.
Porque tu ginecóloga, y  me atrevo a sugerirte, llámala amiga que en este caso, bien vale la pena usar de adjetivo el sustantivo, me relataba cada mensaje de ayuda que le enviabas, en tus desvaríos de enferma, respetuosa, trasparente, con fe y casi, sin errores de ortografía.
Y ahora, hermanos míos, santificado sea tu nombre, Laura, querida hija, hermana, joven madre, nuestra paciente y amiga.  Esa que alumbró con luz su noche y dejó sin alumbrar el camino futuro de sus pequeños hijos, sólo porque un estudio no llegó a tiempo.
Porque así lo cantó Rafael, el español, cuando en mi remota juventud, lograba seducirnos con su voz de jilguero y su llanto compuesto en ese “sin Laura” que derrochaba nostalgias y romance.
Y hagamos de nuevo, un epitafio con tu nombre George Papanicolaou, porque esta vez, como otras, a pesar de todo, no llegaste a tiempo.
Y una nueva vida joven te arrancó otro lamento.
Y en este día, de este mes, del año en curso, seguramente otra vez, la muerte agazapada, espera, solo espera……………
Y discutan amigos míos, si sirve la vacuna o es demasiado cara, si hay reacciones adversas o es enfermedad de transmisión sexual, si sirve el condón o tal vez, si por Palin (la vice republicana del mundo de arriba en el mapa) fuera, sólo la abstinencia.
Sigamos, que siga el baile, como rueda la luna en cada noche de tinieblas, si hoy me siento muy triste y tengo la certeza de que fue demasiado tarde.
Si aquella luminosa mañana de domingo, sólo las células del cáncer que ví en el microcopio, con la nacional y la voz del Quique Pesoa como compañía, me anunciaron que no habría tiempo, que urgía que supieras que te quedaba poco, que Adriana, mi amiga, y tu médica, hiciera de tu lucha su lucha y comenzara a desandar tu camino.
Porque seguiste, con entereza con fuerza, aunque tus metástasis pulmonares, que hasta parecían signos de bronquitis crónica para los expertos, no lograron engañarte y la esperanza, a pesar de todo, no te abandonaba.
Porque tus niños no merecían esto, porque tu hermana siempre a tu lado, lo sospechaba y porque yo, humilde diagnosticadora de fatalidades, comencé a llorar la pena que hoy mutó en grito y dolor por haberte perdido y se hizo pájaro y subió al cielo, el de Juan Salvador Gaviota, y tú ni me conocías.
Porque nosotros, médicos de salud Pública del dispensario 3 y de todos los otros, seguiremos firmes, alertas, esperando, para atajar a la muerte agazapada que, como bestia feroz, te arrancó de un solo saque, tu enorme y humana vida.
Por vos, para todas las mujeres de Alta Gracia, Córdoba, Argentina y el mundo, para todas las mujeres que amo e intuyo, un PAPANICOLAOU, SALVA VIDAS….siempre y cuando, sea A TIEMPO.
El Papanicolaou salva vidas. La vacuna cuando esté al alcance económico de nuestros pueblos, también.
Ojalá no te toque a ti. Ojalá la próxima vez, la vida gane………………!

Graciela Ghirardi
médica

No hay comentarios:

Publicar un comentario